Hace unos años llegaron a nuestras manos por casualidad dos cartas fechadas en 1946. En ellas, el autor anunciaba su inminente suicidio a causa de las secuelas que había dejado en él su paso por la guerra y los campos de concentración de la Alemania nazi donde, al parecer, perdió a toda su familia.
El último abrazo es un cortometraje documental en el que reconstruimos la vida de este hombre a partir de fuentes documentales históricas y de la búsqueda de personas que pudieron conocerle y todo únicamente con la ayuda de las pocas pistas que se encuentran en sus cartas de despedida. En ambas, se despide de este mundo y del destinatario con la frase “Recibe el último abrazo”, y de ahí, el título del documental.
Durante la investigación la verdad saldrá a la luz y tal vez, solo tal vez, encontremos a nuestro hombre y podamos ver, a través de sus vivencias, la amarga realidad de toda una generación de españoles que vivieron la guerra, el exilio y la desesperación en la convulsa Europa de mediados del siglo XX.
¿POR QUÉ QUEREMOS LLEVAR A CABO ESTE PROYECTO?
La década que va de 1936 a 1946 es un periodo sombrío y triste en la historia europea y especialmente en la española. Dos guerras se sucedieron, la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial apenas con unos meses de diferencia entre el final de una y el principio de otra. Miles de españoles se exiliaron tras la guerra en España y acabaron por diferentes motivos e historias en campos de concentración y exterminio nazis. Cuando acabó la guerra, en 1945, los que lograron sobrevivir se encontraron un mundo al que no pertenecían. Eran de un país que les dio la espalda por republicanos. El régimen de Franco se desentendió absolutamente y los republicanos españoles tuvieron que rehacer su vida como pudieron.
El caso de este hombre es un ejemplo de toda una generación de españoles, probablemente la mejor y más preparada que había habido hasta la fecha; una generación que, a causa de la guerra, acabó destrozada, aniquilada y olvidada.
Esta es la historia de uno de estos españoles. Sufrió la guerra en España, presumiblemente se exilió con su familia a Francia y acabó preso en un campo de concentración nazi. Perdió a toda su familia, incluida su mujer, durante ese periodo y sobrevivió como pudo hasta su liberación. Tras ese periodo pudo regresar a España, pero aquí no fue en absoluto bienvenido. Los fantasmas de la guerra, las secuelas psicológicas y la desesperación por no ver esos cambios políticos añorados en España hicieron que él mismo decidiese poner fin a su vida.
Para nosotros es muy importante contar la historia de este hombre, como ejemplo, homenaje, ejercicio de justicia y memoria hacia toda aquella generación de españoles que el fascismo aniquiló. Es importante no olvidar y conocer cuáles son las consecuencias del abuso, la violencia y la sinrazón.
¿PARA QUÉ NECESITAMOS LA FINANCIACIÓN?
El cortometraje documental El último abrazo, según nuestras estimaciones, tiene un presupuesto mínimo de 4.600 euros. Los gastos incluyen:
-Costes del equipo humano: guión, producción, grabación, edición, traducción y música original.
-Desplazamientos: previsiblemente a Alemania (campo de concentración de Bergen-Belsen), Madrid y otros puntos de España.
-Gestión de la campaña.
-Recompensas: compra y envío por correo.
-Publicación, copiado y promoción en festivales y foros.
Se trata de un cortometraje documental en el que hemos ajustado el precio al máximo y para el que estamos buscando formas imaginativas de financiación.
No es nuestra intención ganar dinero con este trabajo, sin embargo creemos que para hacer un producto de calidad es necesario mantener un equipo motivado e implicado con el proyecto.
¿CUÁNDO LO HAREMOS?
Estamos en pleno proceso de preproducción. Como se trata de una investigación, los tiempos nos los marcará la propia evolución de la historia. En cualquier caso, las grabaciones se harán de diciembre de 2013 a marzo de 2014. La edición y postproducción se harán durante los meses de abril y mayo de 2014. Está previsto tener estrenar el cortometraje documental durante el mes de mayo de 2014.
RECOMPENSAS
Todas las recompensas las entregaremos durante y después del estreno
CÓMO ENCONTRAMOS LAS CARTAS
Sergi Pitarch Garrido, guionista y director del proyecto, nos lo cuenta:
«Durante el invierno de hace varios años acostumbraba a salir con algunos amigos los miércoles a un bar del barrio del Carmen de Valencia. En aquel lugar organizaban subastas con material de casas viejas, rastros y mercadillos de segunda mano. Las subastas eran muy divertidas y ayudaban a entretener a la clientela en las noches de entre semana, normalmente flojas.
Hacia el final de una de aquellas sesiones salió a subasta un bolso azul feo y destrozado. “Empezamos por un euro”, dijo el subastador… pero nadie pujaba. Decidí hacerlo yo, más por animar la cosa que por interés verdadero. “Un euro”, dije. Pronto me di cuenta de que me iba a quedar el bolso porque nadie mostraba el menor interés en él. “A la una, a las dos… a las tres, el bolso adjudicado por un euro”. Aplausos, risas, y me encontré con el bolso colgado al brazo de camino a casa.
Al día siguiente decidí examinarlo antes de deshacerme definitivamente de él. Dentro tenía decenas de papeles arrugados que probablemente habían colocado allí para darle volumen al complemento. Vacié el contenido y de repente las vi entre todos aquellos recortes inertes: dos cartas en dos sobres. Las aparté y las coloqué en la luz. Eran (son) dos cartas antiguas, escritas en un papel envejecido. Las abrí y las leí con atención. Desde el primer párrafo de la primera carta me atraparon. Se trata de dos notas de suicidio fechadas en 1946 en las que un hombre relata cómo está a punto de suicidarse porque, tras pasar años en prisión y perder a su familia en la guerra, no soporta más la vida. Se lamenta de su vida, que le ha llevado al exilio, la guerra y la desesperación, y le pide a sus amigos que se despidan de una chica a la que él no se atreve a escribir. Como despedida les ofrece “el último abrazo”.
Las cartas están escritas con en un tono pausado y tranquilo. El autor era sin duda un hombre ilustrado. Se puede apreciar esto por las palabras elegidas, la caligrafía, los giros lingüísticos y el orden de las ideas.
Me impresionó mucho leer estas cartas. Y me intrigó. ¿Quién es el autor? ¿Qué fue de él? ¿Qué le llevó realmente al suicidio? ¿Se suicidó en realidad? Y más aún, ¿llegó a enviarlas? ¿Por qué estaban juntas las cartas? ¿Quiénes eran los destinatarios? ¿Quién era la chica de la que hablan las cartas?
Me dije a mí mismo que había que investigar y ahora ha llegado el momento de hacerlo, de indagar y entender en su esencia el significado de las dos cartas y de lo que representan: la desesperación de toda una generación de españoles que, tras las guerras española y europea, acabó en el exilio y cayó en el olvido.»
EL CONTENIDO DE LAS CARTAS
En las cartas, el autor, asegura que se suicida después de haber perdido a su familia en los campos de concentración alemanes, a los que él ha sobrevivido. En el momento de escribirlas, ha perdido la esperanza de volver a ser feliz y librarse de los fantasmas de la guerra, así que ve la muerte como liberación:
«Es indiscutiblemente, la manera más rápida y más fácil de poner fin a mis sufrimientos y sacar la última consecuencia de mi falta de apego a la vida.»
En el texto se intuye que el autor ha regresado a España, puede que tras ser liberado de un campo de concentración, y que ha intentado superar sus desgracias, pero finalmente no lo ha logrado.
«No tengo ningunos deseos, menos el de morir, es decir, de dejar de sufrir. No tengo paciencia para esperar y ver si la acción del tiempo, por sí sola, atenúa mi malestar, porque tengo la convicción de que no será así.»
A pesar de los años de guerra, el autor afirma que él se ha mantenido al margen:
«Muero con la conciencia tranquila, de no haber hecho mal a nadie.»
En las cartas, dirigidas a dos amigos residentes en Madrid, el autor explica cómo su mundo se ha derrumbado y cómo nada le aferra a la vida:
«(…) ni la seguridad de que la situación de España va a sufrir pronto el cambio que yo tanto anhelaba, (…) nada de estas cosas me conmueven ya ni ilusionan. Nadie tiene la culpa de mi decisión y no debes hacerte el menor reproche.»
Por último, pide a sus amigos que escriban a una tercera persona, una chica, a la que él no se atreve a escribir para despedirse.
«Como último favor, te suplico le escribas (…) dándole ánimos y aconsejándole que me olvide cuanto antes. La pobre chica va a sufrir mucho, pero no puedo ahorrárselo.»
En ambas cartas se despide dando “el último abrazo”, y por eso elegimos esta frase como título del documental.
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